En un pequeño pueblo de Nueva Inglaterra, en 1810, una mujer observó cómo dos hombres luchaban con una pesada sierra de fosa. Era un trabajo agotador: uno arriba, otro abajo, empujando y tirando de una hoja de metal que solo cortaba en una dirección. Tabitha Babbitt, una tejedora de la comunidad Shaker, no pudo evitar pensar: ¿Por qué desperdiciar tanto esfuerzo?
Inspirada por el movimiento continuo de su rueca, tuvo una idea brillante. Tomó un disco de hojalata, le hizo muescas afiladas y lo acopló a su rueca. Al girar, el disco cortaba la madera en ambos sentidos. Acababa de inventar la primera versión funcional de la sierra circular.
Su invento revolucionó la industria maderera. Con su diseño, el trabajo que antes requería sudor y músculo se volvió más eficiente y rápido. Los aserraderos adoptaron la sierra circular y, poco a poco, se convirtió en una herramienta esencial en carpintería y construcción.
Pero Tabitha nunca patentó su creación. Como miembro de los Shakers, una comunidad que valoraba la humildad y el trabajo colectivo, no buscaba fama ni fortuna. Aun así, su legado sigue vivo. La sierra circular que ideó es ahora un pilar fundamental en la construcción y el bricolaje en todo el mundo.
Tabitha Babbitt no solo fue una inventora; fue una visionaria que cambió la manera en que trabajamos la madera para siempre
