Mantener los ideales en un mundo donde las palabras parecen perder su peso y las posiciones cambian constantemente es un acto de valentía. Requiere una convicción profunda y una resistencia frente a las presiones externas. En política, especialmente, sostener los ideales puede ser un desafío enorme, pero también es lo que distingue a los líderes auténticos de los oportunistas…