NI PARA UNA TAZA DE TÉ
Cuando hablamos de Uruguay y sus bondades refiriéndonos a la producción, siempre destacamos sus verdes praderas que cubren la mayoría del territorio del país, sus leves ondulaciones, sus rangos de temperaturas medias y regados por una red de ríos, arroyos y cañadas que hacen de éste país uno de los mejores medios para la producción de materia prima.
Sobre todo, y a mi entender la producción de alimento de los cuales podemos destacar, las mejores carnes vacunas y ovinas, el arroz cultivo con el cual se cuenta con el record de producción de kg/hectárea, los mejores trigos y la tan famosa soja; También tendríamos que destacar la mejor cebada cervecera del mundo.
Si en el mundo quieren textiles de buena calidad, Uruguay le proporciona la lana más fina que se pueda encontrar.
Claro está; que esto proviene de una larga historia de producción, mejoramientos y de hombres y mujeres que permanentemente se han encardado de innovar en estos sectores de la producción.
También nunca falta el del negocio seguro, el que nos viene a enseñar y que realiza como negocio la destrucción de nuestros mejores suelos con el desastroso sistema de producción forestal.
No es que entendamos que la forestación no tenga un lugar en el país, si con ella aseguráramos papel o madera maciza para la construcción de casas y muebles lo cual es imposible en el actual sistema.
Aquí en nuestra región, sabemos lo que es disfrutar de frutas y verduras de las más deliciosas y esto no es casualidad, es ese conjunto de características naturales que tiene nuestro país, que bajo las manos adecuadas producimos esta calidad de alimentos para nuestro pueblo y el mundo.
¡Todo esto hoy está en riesgo!!!!!, ¿por qué?
¡El infame cambio climático que hace un tiempo era solamente un reporte de informativo nos pega, y nos pega fuerte!!, seguramente los más memoriosos podrán recordar algunas secas que han atravesado nuestro país, pero sin duda ninguna con las actuales características, seguramente tan marcada en la región como la actual y con las consecuencias que estas nuevas sequias dejan.
Básicamente en Uruguay, debería de llover en promedio unos 1200 mm anuales en una fácil cuenta, unos 100 mm por mes, resaltando que en Uruguay los otoños e inviernos suelen ser un poco más lluviosos que los veranos y primavera.
Cualquier cosa menor a estos datos suele preocupar a los productores, como también preocupan las altas variaciones por estación, como un verano muy lluvioso o un invierno muy seco, ya que los ideales no existen, lo mejor sería que lloviera relativamente seguido unos 25 a 30 mm cada vez.
Si analizamos esta última temporada estival tenemos que sumar altas temperaturas en largos períodos de tiempo, lo que agudiza la evapotranspiración que es la combinación natural de la evaporación de los espejos de agua y la transpiración de las hojas de todos los vegetales que se producen por las altas temperaturas.
Y las mínimas precipitaciones nos deja un registro negativo para nuestros campos y cultivos, llegando a las estaciones invernales donde esta situación no se revierte y como consecuencia venimos de 3 años de escases de agua de lluvia.
Y aquí las consecuencias, primero y visible es ese amarrónamiento amarillezco que se ve en nuestros campos, que son la falta de agua en nuestras pasturas; lo que baja la calidad del alimento y los animales caminan más para comer lo mismo y encontrando cada vez menos reservas de agua para beber, lo cual claramente lleva a un desastre.
Los cultivos no solo precisan agua, sino que lo necesitan en determinado momento; momentos en los que son críticos para el desarrollo del cultivo.
La remisión de leche se redujo en un 10% y producirla requiere altos costos, comiéndose en verano el alimento que estaba previsto para el invierno. Esto solo augura un mal futuro para la producción lechera.
La producción frutícola sin riego producirá poca y de mala calidad, ya que básicamente la fruta es agua su principal componente, los que pueden regarla recargaran sus costos sobre todo de energía eléctrica.
Las producciones hortícolas se rigen por este mismo principio por lo cual la producción será escaza y cara.
Pero las malas noticias no empiezan, pero, sino que continúan, como en ningún otro momento de la historia, cientos de productores y miles de personas se han quedado sin agua para su consumo, lo cual resulta inédito y peligroso para nuestro país.
Eso son compatriotas, uruguayos donde viven en lugares que no tienen agua para beber ni cocinar, ni mucho menos darse una ducha.
Sin que a otros en grandes ciudades lo siguen viendo como una noticia de informativo bajo la comodidad que los 13.000 millones de U$S de las exportaciones les permiten seguir teniendo los buenos servicios de agua y de luz, desconociendo que 10.000 de esos millones provienen de nuestras exportaciones primarias, carnes, lanas, y cereales.
Seguramente se quejen del alto precio de frutas y verduras ya que aumentó un 20% la Canasta básica de frutas y verduras; y ya se vendrán los aumentos de carne, leche y pan.
Pero igual lo más preocupante en el medio del campo, doña María no tiene NI PARA UNA TAZA DE TÉ
Téc. Agr: LUIS ALBERTO GARCIA
Presidente UTAU
UNIÓN TECNICOS AGRARIOS DEL URUGUAY