

SucediΓ³ hace mucho tiempo en un barrio muy conocido. Alguien hacΓa rifas de comestibles, a veces, de artΓculos domΓ©sticos, en otras ocasiones. Se jugaba con la βoficialβ, y los nΓΊmeros se los fabricaba un amigo que trabajaba en una imprenta. En una palabra, vivΓa de eso.
Un dΓa decide hacer una rifa βmΓ‘s grandeβ. Era cerca de fin de aΓ±o y el premio era tentador: una vaquillona, una damajuana de vino y una canasta navideΓ±a. En menos de una semana vendiΓ³ todos los nΓΊmeros. Era el comentario del barrio, todo el mundo esperaba el dΓa del sorteo y mostraba el billete con el nΓΊmero adquirido. ΒΏquiΓ©n serΓ‘ el tarrudo?.
El bolillero entrΓ³ a dar vueltas, todos en el barrio atentos a la radio que transmitΓa la loterΓa. Se conoce el primer premio yβ¦
El nΓΊmero de la suerte lo tenΓa el cantinero del club, Β‘esa noche hubo jolgorio!, parranda tupida, el cantinero sirviΓ³ vino como nunca.
– Β‘MirΓ‘ el tapado!
– Β‘Que habΓa sido suelto el hombre!
– Β‘Quien hubiera dicho!
MΓΊsica de bailanta, farΓ‘ndula, deditos al cielo y tragos. Todos estaban felices.
Un parroquiano le dice al cantinero que cierre y vaya a la casa del quinielero a buscar el premio. Van todos detrΓ‘s del hombre mΓ‘s feliz del barrio. Llegan a la casa del quinielero, que estaba en la puerta.
Cuando lo ve avanzar al cantinero le dice
– ΒΏNo me digas que fuiste vos?
– ΒΏQuΓ© cosa?
– ΒΏQuΓ© ganaste el premio?
– Si
– VenΓ, pasΓ‘ que te lo doy. Sobre la mesa habΓa una vaca de plΓ‘stico, una damajuana de vino de juguete y una canasta navideΓ±a de cartulinaβ¦
– Β‘TomΓ‘!
– ΒΏMe estΓ‘s tomando el pelo?
– No, este es el premio
– Pero la boleta de la rifa decΓa, una vaquillona, una damajuana de vino y una canasta navideΓ±aβ¦
– Y bueno, aquΓ estΓ‘n las tres cosas.
CAMACA

