EL VIOLÍN DE PAGANINI
Cuenta la leyenda que la madre de Niccolò Paganini soñó que el diablo le decía que su hijo sería el mejor violinista de todos los tiempos. Desde entonces practicó durante 10 horas al día.
Niccolo Paganini (27 de octubre de 1782 – 27 de mayo de 1840) fue un violinista y compositor italiano. Fue el virtuoso del violín más célebre de su tiempo y dejó su huella como uno de los pilares de la técnica del violín moderno. Sus 24 caprichos para violín solo op. 1 se encuentran entre sus composiciones más conocidas y han servido de inspiración para muchos compositores destacados.
Alcanzó fama en toda Europa, y siempre mantuvo el mito de que habría vendido su alma para conseguir sus objetivos. En el museo de Génova aún se conserva su violín favorito. Fue fabricado por Bartolomeo Giuseppe Guarneri en 1743, y lo apodó «Mi Cañón» (Cannone), por la potencia de su sonido. Sólo a los más virtuosos se les ha permitido tocarlo.
Niccolò Paganini, a menudo conocido como el violinista del diablo, fue uno de los músicos más célebres de todos los tiempos. Se dice que el violín “Cannone” se lo prestó inicialmente un rico hombre de negocios, pero al escuchar la impresionante interpretación de Paganini, el hombre de negocios insistió en que el maestro virtuoso se lo quedase.
Hasta el día de hoy, Paganini es uno de los pocos músicos que se vincula constantemente con un solo instrumento. El «Cannone» es más conocido por los sonidos ricos y poderosos que produce. Este tesoro nacional italiano está en exhibición permanente en el Palazzo Doria-Tursi en Génova, Italia.
Hay quienes dicen que en él están atrapadas las almas de las bellas mujeres con las que Paganini pasaba sus noches.