

Hoy miΓ©rcoles 18 de diciembre se celebra el DΓa de Nuestra SeΓ±ora de la Esperanza. Se trata de una fiesta genuinamente espaΓ±ola instituida en el aΓ±o 656. QuedΓ³ fijada 8 dΓas antes de la Natividad de JesΓΊs.
Esta fiesta no figura en el calendario litΓΊrgico de la Iglesia, pero tiene sabores propiamente espaΓ±oles. Hasta el siglo VII la iglesia de EspaΓ±a no celebraba mas que una festividad mariana pero que abarcaba a todas las demΓ‘s: la Maternidad Divina o la βFiesta de Santa MarΓaβ como se la llamaba sencillamente. AsΓ lo podemos apreciar en los antiguos calendarios mozΓ‘rabes. El aΓ±o 656 se celebraba el celebre Concilio X de Toledo y allΓ trataron con toda solemnidad los Padres esta cuestiΓ³n. Toman parte en este asunto tres grandes santos: san Eugenio, san Fructuoso de Braga y san Ildefonso. Este Concilio dictaminΓ³ un decreto por el que se establecΓa que para dar mayor solemnidad a esta fiesta mariana de la Maternidad Divina βse celebre el dΓa octavo antes de Navidad del SeΓ±or y se tenga dicho dΓa como celebΓ©rrimo y preclaro en honor de su SantΓsima Madreβ.
Este decreto aludΓa a que este dΓa ya se celebraba asΓ en muchas otras Iglesias, pero que para estar de acuerdo con la Iglesia Romana, que lo celebra el dΓa 25 de marzo, se continΓΊe tambiΓ©n celebrando aquel dΓa. Desde esta fecha fue la fiesta mΓ‘s solemne que en honor de la Virgen Maria se celebraba en EspaΓ±a y de aquΓ paso a otras Iglesias. Tuvo varios nombres: ExpectaciΓ³n del parto de Nuestra SeΓ±ora, Nuestra SeΓ±ora Virgen de la Esperanza y Virgen de la 0, haciendo alusiΓ³n a las AntΓfonas Mayores de VΓsperas que empiezan con esa exclamaciΓ³n. Maria viene a preparar el camino para la llegada de su Hijo al mundo, al que viene a salvar.
Esperanza, pues presenta a MarΓa en estado avanzado del embarazo obrado por el EspΓritu Santo. ExpectaciΓ³n, por el ansia e intensidad con que ella esperaba tener pronto en sus brazos al que llevaba en su seno.
Todo el tiempo de Adviento es tiempo de βesperanzaβ en el MesΓas que ha de venir a salvar a la humanidad. Los Profetas y Padres del Antiguo Testamento procuraban mantener siempre encendido el fuego de la esperanza en el MesΓas venidero.

