Hoy 16 de noviembre se recuerda el Martirologio Romano sobre: «Santa Margarita, nacida en Hungría y casada con Malcolm III, rey de Escocia, que dio a luz ocho hijos, y fue sumamente solícita por el bien del reino y de la Iglesia; a la oración y a los ayunos añadía la generosidad para con los pobres, dando así un óptimo ejemplo como esposa, madre y reina. (1093)
Santa Margarita de Escocia nace en 1045 en Mecseknádasd, Hungría. Su padre es Eduardo, heredero del trono de Inglaterra y exiliado después de que el rey de Dinamarca Canuto tomara posesión del reino. Su madre, Ágata, forma parte de la realeza húngara. La comunidad de las dominicas se encarga de forjar su fe católica.
Tras la muerte de Canuto el padre de Margarita regresa con su familia a Inglaterra, donde muere poco después. Cuando comenzó la conquista normanda de Inglaterra liderada por Guillermo el Conquistador (1066), Ágata se marchó con sus hijos a Escocía en busca de refugio. Allí Malcolm III se enamora de Margarita, con quien se acaba casando. Es así como, en 1070 y a la edad de 24 años, acaba convirtiéndose en Reina de Escocia.
En el castillo de Edimburgo, Margarita compagina la vida en la corte con los más necesitados, visitando a enfermos y auxiliando a indigentes. También se encarga de construir hospicios y albergues, restaurar iglesias y levantar templos como la abadía de Dunfermline.
Asimismo, trata de poner fin a muchas de las supersticiones que existían en esas tierras. Margarita logra que los cultos de las iglesias locales se uniformen y se vuelvan más conformes con los de la Iglesia de Roma. La reina difunde la educación religiosa, ordena que se respete el ayuno cuaresmal y que se celebre la Pascua el mismo día y recomienda la práctica de la confesión y la abstención del trabajo los domingos.
Ya débil de salud, su marido y su hijo Eduardo mueren en combate durante la batalla de Alnwick (1093), tratando de detener la invasión de Guillermo el Rojo. «Gracias, Dios mío, porque me das paciencia para soportar tantas desgracias juntas», exclamó Margarita poco antes de morir el 16 de noviembre de 1093.
Santa Margarita de Escocia fue canonizada en 1250 por el Papa Inocencio IV, por el ejemplo ofrecido con su vida, la fidelidad a la Iglesia y la caridad hacia el prójimo.