En la década del veinte en Salto, y supongo que en otras partes del país, como
un adictivo mas, en los tablado se elegía al Rey de los Feos, o al hombre más feo
del barrio.
Cuentan que los concursos se hacían entre números artísticos, en medio de los
bingos y rifas americanas.
Un viejos carnavalero nos contó alguna vez que no sabía como eran que
aparecían tantos feos juntos, que se presentaban al concurso cuyo premio era
plata.
Dicen que hay letras de murgas que hablaban de este concurso y del famoso
Saparoti que le apodaban El Rulo, que le decían el doble feo, y que una vez,
perdió su corona a manos, en realidad a cara, de Orlando, bautizado el triple feo y
que esa vez se sacó lascas con Perucho, el carrero, igualando en el segundo
puesto.
EL REY FEO, LA OTRA CARA DEL CARNAVAL
“Según historiadores la idea de Rey Feo surgió en Europa, como contraposición a
los concursos de belleza donde comúnmente se elige a la mujer más atractiva de
la actividad, por lo que en los carnavales o ferias se realizaban concursos
masculinos para elegir al rey feo del carnaval quien se distinguía por ser el más
alegre, pudiente o simplemente por ser el más gracioso”, (pero tenía, además su
cuota parte de fealdad. Que por aquí por Salto le dirían…¡Bien rico, sos!!)
LOS AÑOS VEINTE….
Aproximadamente en 1920 esta tradición del viejo continente llegó a las
Américas, asentándose específicamente en Brasil, en donde se adoptó al peculiar
carnaval de ese país.
Por esa época se dice que también llegó a Uruguay y floreció en los tablados
barriales, como parte de un espectáculo dentro de otro espectáculo.
Salto no estuvo ajeno a estos juegos de burlas y “bullyng”, y así entre tortas,
bingos, rifas, y números artísticos, sobre las tablas los feos tenían su espacio y
desfilaban ante un jurado especial que elegía al Rey de los Feos….
Claro, no eran elecciones oficiales, ni parte del carnaval oficial, pero, en algunos
de ellos se daba, dicen los memoriosos….
Para asombro de muchos, dicen que los coronados rey, en su mayoría se sentían
felices, y cuenta la leyenda, que a veces las damas en tiempos de corresponder
hacían realidad aquel dicho… ”el hombre es como el oso, cuanto mas feo, mas
hermoso”, y se los disputaban para sentirse reina, alguna vez…
CAMACA