Para que este renacimiento cultural no sea un deseo que se apaga con la mañana, todas las partes deben ser las patas del ciempiés que camina: artistas, empresarios, autoridades y comunidad. Si cada uno aporta, el movimiento cultural avanza con velocidad y potencia. Los empresarios turísticos pueden y deben ser aliados, patrocinando eventos, armando paquetes culturales, ofreciendo descuentos vinculados a espectáculos locales. A cambio, pueden recibir beneficios impositivos o promociones conjuntas que hagan rentable su compromiso.
La Intendencia tiene el rol de facilitador y garante, como abrir puertas, prestar o acondicionar espacios, simplificar trámites, gestionar recursos y, sobre todo, dar señales claras de que la cultura es prioridad, más allá de colores políticos.