Mientras el nuevo gobierno departamental intenta resolver una severa crisis económica, el gremio de municipales (ADEOMS) profundiza tensiones internas y eleva reclamos urgentes. La reciente expulsión de Marcelo Nobre y las exigencias del gremio a que el nuevo gobierno defina, pronto y ya, cuestiones que lleva tiempo y estudio, desemboca en un clima de alta sensibilidad y confrontación en Salto.
INTOLERANCIAS, EXIGENCIAS, ARCAS VACIAS
Por estos días, Salto atraviesa un período de fuerte sensibilidad social y política. La Asamblea General de ADEOMS —sindicato que nuclea a los funcionarios municipales— resolvió declarar persona no grata a uno de sus notorios miembros: Marcelo Nobre, actual presidente departamental de Cabildo Abierto. La medida genera polémica y muestra ciertas divisiones internas dentro del gremio.
En paralelo, el sindicato le exige al gobierno departamental, que asumió hace apenas 18 días, que tome definiciones urgentes sobre temas complejos y de larga data. Entre ellos, se destacan la revisión de designaciones directas, ajustes salariales, compensaciones, full time y la situación de 292 funcionarios recientemente confirmados en la administración anterior. Reclamos legítimos, pero que, según voces cercanas al nuevo equipo de gobierno, requieren tiempo y estudio serio para su abordaje.
Mientras tanto, el intendente Carlos Albisu viaja a Montevideo en busca de soluciones económicas que permitan afrontar obligaciones inmediatas, como el pago de sueldos del mes de julio. La comuna debe cubrir cerca de 90 millones de pesos, pero en caja apenas hay 20 millones disponibles. La situación financiera es más crítica de lo que se preveía al asumir.
LA TENSIÓN CRECE
Desde el oficialismo aseguran que muchas de las problemáticas actuales son herencia del gobierno anterior y que no pueden resolverse «de un día para otro». Sin embargo, desde el sindicalismo municipal se insiste en respuestas inmediatas, en un escenario donde las demandas, la intolerancia y los conflictos siguen escalando.
ARÓN VIERA
