Por mandato popular, Carlos Albisu es el nuevo intendente de Salto. Ganó un hombre, persistente, convencido, bonachón y con ganas de transformar la vida de los ciudadanos en un futuro mejor.
Siempre destacó la importancia del diálogo y la fraternidad para construir un departamento próspero. También mencionó que su paso por la Intendencia será una etapa de nuevas propuestas y construcción permanente.
Cuando un líder accede a un cargo público con un apoyo popular abrumador, se convierte en el depositario de esperanzas colectivas. La confianza del pueblo no es solo un mandato electoral, sino una responsabilidad inmensa: la de transformar expectativas en realidades, palabras en hechos, sueños en políticas concretas.
La historia nos ha demostrado que las primeras etapas de un intendente suelen estar llenas de entusiasmo, con ciudadanos anhelando mejoras en áreas clave como el alumbrado, la basura y las calles. Pero también el anhelo de un departamento con trabajo, cultura y el turismo.
La verdadera prueba para un intendente no está en el día de la victoria, sino en los años que siguen, cuando las promesas deben resistir el peso de la gestión y la complejidad de la realidad.
Un líder genuino, más allá de la popularidad inicial, es aquel que logra convertir esa confianza en resultados tangibles sin perder la conexión con su gente. Que no gobierna desde la torre de marfil, sino desde el pulso del pueblo. Que entiende que el poder no es un privilegio, sino una herramienta para el cambio.
El reto es enorme, pero cuando la convicción es firme y el compromiso verdadero, la esperanza del pueblo puede convertirse en realidad.
Menuda tarea tiene por delante Carlos Albisu y su equipo, la Coalición toda, porque de esta gestión no solo depende el futuro de Salto, sino que la vida misma de la CORE como tal. Albisu tiene que demostrar que se puede, para Salto y el país, una mochila muy grande, pero, muchos hombros salteños apuntalarán esta marcha. Uno de los que mejor ha entendido este tema es Marcelo Malaquina, quien se puso a disposición, y ofreció a su equipo técnico a colaborar, anunciando su respaldo pleno a Carlos Albisu.
No dudamos que en las grandes cosas para Salto, también habrá hombros del FA para volver a ser lo que siempre fuimos, Salto tierra de grandes realizaciones.
Abrimos una carta de confianza a Carlos Albisu, por una gestión «de salteños para salteños», como le gusta decir a él. Así sea.
MI SALTO TEVE
