Y en estos momentos, todo el mundo abre el paraguas, pero no como precaución o antes de que llueva, sino en plena lluvia, porque hasta eso tiene la lluvia por estos días, no te avisa, baldea nomás.
Uno tiene que andar como en esas películas del far west, la de los duelos en la calles. No saca el revolver, pero saca el paraguas, y a veces el otro, o la otra, la lluvia desenfunda más veloz que uno, y cuando querés reaccionar, zas!!, estás empapado.
Parece que la canción aquella de “la otra noche te esperé bajo la lluvia dos horas, mil horas…” es el hit de las familias en Salto.
Uno mira a la gente mojarse, a otros pasar y pasar, y uno mismo destrozar zapatos, camisas, toda la ropa y como que es parte de “El capitán Nemo y la ciudad sumergida”.
Un promotor de viaje, de una agencia muy conocida, confesaba, “tantos meses promocionando la excursión a Venecia, y ahora la tengo aquí, en mi propia ciudad, en el barrio, no andan las góndolas pero si las chalanas, los gondolieri son boteros, y lo peor, no les puedo cobrar un mango…
- Quien sabe que le pasará al cielo que se le da por llorar a cada rato. Dicen que es el fenómeno del niño, y bueno, uno que es padre lo entiende, los niños cuando se les da por llorar lloran a cada rato y por cualquier cosa. No será que a este niño hay que cambiarle el pañal, o calentarle la mamadera, porque llora bonito, no deja ni una gotita de agua en el cielo la baja a la tierra, a mares….
Hoy por hoy el negocio floreciente son las tortas fritas, y por eso, en cada esquina, los medio tanque de choripanes se han transformado en medio tanque o en apoyo de garrafa de tres kilos y grandes sartenes en ventas de tortas fritas….
Yo que quiere que le diga, estaba por ir de pesca unos días, pero me fui al fondo de casa, que da al arroyo chico, y no va a creer que los peces desfilan y es tirar el anzuelo y bagrear de lo lindo…
Yo le confieso una cosa, a esta altura del partido, con tanta agua caída, me miró en el espejo con cierta desconfianza, si me salen escamas. Me miro las patas para ver si no tengo cola de pescado, haber si me transformo en un sireno, y se lo digo de buena onda, no piense que perdí mi masculinidad, lo que perdí, si, es andar con la ropa seca…
Es mas, no tengo ni un mango en el bolsillo, pero si digo que estoy seco…nadie me cree…
CAMACA