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Los datos recientes sobre la evolución de la diferencia de precios entre Uruguay y Argentina muestran un panorama cambiante que justifica tanto la alarma como la preocupación de este lado del río.
Es entendible que los comerciantes del litoral uruguayo estén alarmados y preocupados. La experiencia de 2023, con una brecha cambiaria extremadamente amplia que generó un fuerte desvío de consumo hacia Argentina («turismo de compras»), fue muy perjudicial para sus negocios.
2023 fue un pico histórico: La brecha cambiaria a favor de Argentina alcanzó niveles récord, llegando hasta cerca del 180% (por ejemplo, en septiembre de 2023, según el Indicador de Precios Fronterizos – IPF – de la UCU entre Salto y Concordia). Esto fue la causa del éxodo masivo de uruguayos para comprar en el país vecino.
Al inicio de 2024, la brecha se redujo drásticamente debido principalmente al «encarecimiento relativo» de Argentina, impulsado por la fuerte devaluación del peso argentino a fines de 2023 (lo que encareció los productos en pesos para quien compra con dólares o divisa más fuerte como el peso uruguayo) y la alta inflación en Argentina, mientras que Uruguay mantuvo una inflación baja y un tipo de cambio relativamente estable. Los viajes de uruguayos a Argentina cayeron significativamente.
Sin embargo, más recientemente, la tendencia parece haberse revertido. Hay reportes de que Argentina vuelve a abaratarse para los uruguayos, y la brecha de precios ha vuelto a aumentar, alcanzando el nivel más alto en el año (aunque todavía muy lejos del pico de 2023). Esto ya se traduce en una reactivación de los viajes.
LA ALARMA DE LOS COMERCIANTES
El incremento en la brecha significa que los uruguayos vuelven a encontrar mayores incentivos para cruzar la frontera y consumir en Argentina, lo que impacta directamente en las ventas, el empleo y la rentabilidad de los comercios del litoral uruguayo.
El temor de volver a la situación de 2023, donde la diferencia cambiaria era insosteniblemente alta para el comercio fronterizo uruguayo, es el principal motor de esta alarma. Si la tendencia de abaratamiento de Argentina para los uruguayos se consolida, los efectos negativos para el litoral serán profundos.
ARÓN VIERA