Con sabiduría, como siempre, Eduardo Galeano soltó un ramillete de fascinantes historias en su libro «Los hijos de los días». Y uno al internarse en redes sociales, en comentarios de algunos portales, streamings, reels, videos, y todo lo que esta modernidad disponga para el uso ( y a veces abuso) han salido ex gobernantes, simpatizantes, allegados, votantes a criticar y a veces a vociferar sobre el actual gobierno departamental de Salto encabezado por Carlos Albisu.
A las opiniones, las criticas y todo tipo de pensamientos, les vale, les corresponden, y sin dudas, son derechos que toda democracia brinda, y ejercerlos fortalece a la propia democracia.
Y así como absorbemos todos los comentarios que andan en la vuelta, algunos certeros otros no tanto, y un sinnúmero de «bolazos», de vez en cuando, ejercemos nuestro derecho de decir lo que pensamos, y somos pasibles, como todos los demás que alguien nos califique como de poco nivel o de escasas luces, de simpáticos o antipáticos, de fachos o de bolches….
A VECES ME PREGUNTO
Cuando leo que las calles de Salto están sucias, oscuras, rotas, afirmaciones hechas por personas que estaban al frente del gobierno departamental hasta hace poco, con cargos, con responsabilidades, que pudieron hacer «esas intervenciones» en su momento, y no lo hicieron, que con cierto desparpajo salgan ahora, semanas después, a exigir lo que no hicieron en diez años.
Decir esto me pone del lado de Albisu?, no, pero es evidente que no se mide con la misma vara.
Cuando se dice que el quedarse sin empleo, que se piense que se deteriora la salud mental de cientos de personas a la que se le quita el sustento. Tienen razón, puede ser, puede pasar, pero cuando ocurrió algo similar en el 2015, los preocupados de ahora miraron para otro lado, (parece que para ellos la salud mental nació en el 2025).
Y lo siguieron haciendo durante estos diez años porque el tormento de aquellos ceses afectó a cientos de personas, hubo gente que se murió de angustia, que se enfermó, que se tuvo que ir. Mujeres que perdieron embarazos, padecieron enfermedades terminales, y no se inmutaron, familias que se desintegraron.
También en todos estos años crecieron los asentamientos, se dispersaron familias, creció la violencia, la inseguridad, el desempleo se hizo inmenso, el dolor de las familias nunca cesó. En ese contexto, lo dicen estadísticas que cada tanto aparecen, las enfermedades mentales crecieron, y no hubo, por lo menos, con el tenor de ahora, preocupaciones por la suerte de esos salteños, de esos uruguayos, no se rasgaban las vestiduras, no hacían algo por ese deterioro mental de tantos compatriotas.
Cuando se pronostica que la economía del comercio de Salto se vendrá a pique porque van a faltar 291 sueldos en plaza. Que el comercio de Salto critica la medida del gobernante.
Hace menos de un año, algunos de los que sostienen estas críticas pasaban varias veces en la semana a Concordia, durante muchos meses, y por ese entonces, en ese carnaval ni se preocupaban por el comercio de Salto.
En todos estos años, ante llamados públicos de empleos, miles de salteños se anotaban, son miles de sueldos que los comercios de Salto nunca contaron. La economía de Salto está resentida desde hace muchos años, por lo sueldos que faltan de los zafrales, de los frigoríficos, de los propios comercios que cierran sus puertas, son miles de sueldos que faltan, la economía, vaya si se resiente, pero esto, parece que nunca se enteraron algunos que ponen cifras de cuánto pierden por mes y por años los comerciantes locales, con tantos ceses.
LOS CESES
La decisión del gobierno departamental en cesar a 291 funcionarios es una decisión en la que son plenamente responsables, por el costo social, el costo político y por la certeza y/o el error de hacerlo. El tiempo lo dirá.
Los ex gobernantes no tienen su cuota parte en este triste final?, lavarán sus culpas con sus «nos solidarizamos plenamente con los funcionarios cesados»?.
Adeoms no tiene algo de culpa?, un poco de cargo de conciencia?, lavarán sus manos con un «seguiremos luchando por ustedes compañeros».
Una tarea que quedó pendiente a los ex gobernantes como así también a ADEOMS, es si dentro de los funcionarios cesados, había profesionales, técnicos de carrera, familiares de dirigentes del gremio o de la fuerza política. Nos informaron que dentro de los 292, que quedaron 291, porque una funcionaria, profesional, había ganado un concurso en el Ente Binacional, y renunció a la Intendencia.
Entonces, hay profesionales, hay familiares, hay cuota política, todos entraron por designación directa?, parece que nadie se hace cargo de las respuestas.
En el 2015 ADEOMS propuso una bolsa de trabajo para los cesados, nunca se aplicó, pero lo propuso.
En fin, como dijo Traverso, «así está el mundo mis amigos».
ARÓN VIERA