El joven prodigio de Rivera, que conquistó el corazón del país con su acordeón y su talento precoz, será una de las figuras destacadas de la grilla artística en la Expo Salto 2025. Su música, puente entre la inocencia y la grandeza, resonará en el predio ferial el sábado 4 de octubre.
Es conocido como el pequeño gigante del acordeón, irrumpió en la escena musical uruguaya cuando apenas tenía ocho años y conquistó la segunda temporada de Got Talent Uruguay en 2021. Desde aquel instante, su nombre quedó asociado a una palabra que muchos repiten con respeto: “virtuoso”.
Oriundo de Rivera, Enzo cultiva la música folklórica con una madurez sorprendente, haciendo que su instrumento suene como un viejo sabio en manos de un niño. Su carrera lo ha llevado a escenarios de festivales y encuentros musicales, compartiendo momentos con artistas de renombre y recogiendo aplausos que crecen a la par de su juventud.
A pesar de la fama, el pequeño gigante mantiene su vida escolar y su raíz humilde, combinando los deberes de un niño con la pasión de un artista que parece haber nacido para el escenario. Esa doble condición —la inocencia intacta y la destreza descomunal— es la que lo convierte en un símbolo de lo que el arte puede lograr: transformar la fragilidad en fuerza y la infancia en eternidad.
En la Expo Salto 2025, su acordeón volverá a desplegarse como un río sonoro que atraviesa generaciones y fronteras. El sábado 4 de octubre será la cita en el predio ferial, donde su música envolverá a salteños, visitantes y expositores, entre el campo y la ciudad, en una fiesta que une tradición y futuro.
Enzo Castro no solo ejecuta melodías; las arruga, las acaricia y las hace florecer desde su fuelle como si la música habitara en él desde antes de nacer. Su presencia en la Expo Salto 2025 será un recordatorio de que el arte, cuando es verdadero, no entiende de edades. Es un canto al asombro, un acordeón que late como un corazón colectivo.
CAMACA