La controversia de la Intendencia de Salto y el gremio de ADEOMS se ha transformado en un culebrón que uno ya no sabe si es venezolano o colombiano o una serie de 100 capítulos de Netflix.
Ambos se acusan que se sienten rehenes, unos de otros, ADEOMS porque se pone a 292 funcionarios de rehenes y la Intendencia que se pone al pueblo de Salto de rehén al cargarle un gasto mensual de 10 millones de pesos en salarios supuestamente no necesario.
ADEOMS acusa a la Intendencia que evidencia una falta de disposición al diálogo: “ADEOMS no va a mendigar espacios de negociación”, señala el comunicado del gremio, remarcando la defensa del derecho a la negociación colectiva consagrado por ley. Asimismo, el sindicato reafirma su disposición a continuar el diálogo bipartito, pero reclama seriedad, respeto institucional y voluntad política para resolver los conflictos en un marco constructivo.
La Intendencia señala una y otra vez que el estudio que está llevando adelante sobre los 292 funcionarios es caso por caso y que no se va a pronunciar hasta que no tenga completo el estudio.
La prensa también en parte es rehén de esta situación, de la narrativa oficial de las dos partes, que son vagas y escuetas, siempre.
Lectores, televidentes y escuchas, reclaman información más profundas, más claras, que se vaya al fondo de la cuestión, pero, es muy difícil cuando las dos partes, no dan a conocer sus posiciones con la claridad que se reclama.
Es una posición difícil para los medios de comunicación locales cuando la información oficial es limitada o sesgada. La falta de datos por parte de la intendencia, especialmente en un tema tan delicado como el destino de 292 funcionarios, genera un vacío informativo que impacta tanto a la prensa como a la ciudadanía.
En esta coyuntura, la gente no tiene la información completa, y es natural que busquen respuestas y, al no encontrarlas, sientan que los medios no están haciendo su trabajo. Sin embargo, no se trata de falta de coraje, sino de la dificultad de reportar cuando las fuentes oficiales no colaboran y la información clave se maneja de forma opaca.
LO QUE TODOS QUEREMOS SABER
– Si los 292 son todos «peones de bacheo» como alude ADEOMS.
Si se va a despedir o no a los 292 funcionarios, como creen que hará la Intendencia.
– Si dentro de los 292 funcionarios hay un numero importantes de profesionales y técnicos y un número importantes de funcionarios que son familiares directos de los dirigentes de ADEOMS y de dirigentes del Frente Amplio.
La distinción entre «peones de bacheo» y profesionales calificados, o la presencia de familiares de la cúpula de ADEOMS, son datos que cambian completamente la narrativa y son esenciales para una comprensión completa del conflicto. Si no se puede acceder a esta información de manera oficial, es comprensible que la percepción pública de nuestro trabajo se vea afectada, sintiendo que la cobertura es superficial.
Creemos que tanto ADEOMS como la Intendencia tienen encarpetados los nombres, de los 292 funcionarios, y sin exponerlos al escarnio público, tanto ADEOMS como la Intendencia pueden informar si dentro de los 292, hay profesionales y técnicos que tienen actividades privadas, que la tenían antes de ingresar, si hay familiares directos de los dirigentes de ADEOMS y del FA.
Se debe de recordar también que en los últimos años cuando se hacían sorteos o concursos, no se daba a conocer los nombres de los ganadores sino que se publicaban los números de cédula y la opinión publica no conocía a quienes ingresaban a la plantilla de funcionarios.
En definitiva, la prensa también espera la conclusión de este culebrón, pero que se sepa realmente quien es quien.
ARÓN VIERA