Uno de los impactos, probablemente, es el detrimento de la población de ciervos autóctonos como el guazubirá y tal vez el venado de campo. se han constatado en forma recurrente evidencias de pérdida general de diversidad de plantas y animales, daños a cultivos agrícolas y forestales, destrucción de sotobosque, erosión del suelo, daños directos a flora leñosa (por raspado de la corteza, por ejemplo) y competencia con los herbívoros nativos y el ganado, siendo además transmisor de parásitos y patógenos.
CIERVOS SILVESTRES CON GARRAPATAS
Sí, en varias zonas rurales de Uruguay, especialmente al norte del Río Negro, se ha observado un aumento significativo de ciervos silvestres, y su presencia está generando preocupación por su rol como reservorios de garrapatas. Estas garrapatas, a su vez, están asociadas a enfermedades como la tristeza parasitaria, que afecta gravemente al ganado.
Según el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), casi 50.000 predios ganaderos están infectados con garrapatas resistentes a los tratamientos químicos tradicionales. En departamentos como Salto, Artigas y Rivera, la situación es especialmente crítica, con hasta un 25% de los predios afectados.
El aumento de fauna silvestre como ciervos y jabalíes, que se acercan cada vez más a zonas productivas, está facilitando la expansión de estos parásitos. Además, el cambio climático y el uso inadecuado de productos antiparasitarios han agravado el problema.