Pablo Sánchez presenta “REVÉS”, una intervención-instala-performance que interpela los sentidos y subvierte el modo tradicional de percibir lo artístico.
Los días 14 y 20 de junio, en la sala El Andén, un colectivo de artistas propone una experiencia estética y simbólica donde el error, lo oculto y lo inestable se convierten en revelación.
“REVÉS” no es una muestra, ni una obra cerrada, sino un ejercicio de inmersión en el reverso de la creación: lo que no se muestra, lo que el símbolo oculta, lo que habita la grieta entre lo que creemos ver y lo que efectivamente vemos.
Entre el trampantojo y la arqueología visual, esta propuesta invoca a Poe, a Quiroga y a Magritte para llevarnos más allá del sentido común.
Con imágenes de Maximiliano Moller y gráfica de Ileana Mayer, participan Lucila Rapetti, Marcelo Hernández, Laurita Troncoso, Daniel Pavelesky y Luciana Mussetti.
Dos únicas funciones:
📍 Sábado 14 de junio, 20:30 h – “El Ejercicio”
📍 Viernes 20 de junio, 20:30 h – “La Muestra”
Una invitación a mirar lo invisible y a experimentar sin garantías, sin certezas, sin red.
PABLO SANCHEZ
Presenta:
“REVES”
IntervenciónInstalacionPerformance
Lo Plástico desde el otro Lugar
Sábado 14 JUNIO / 20:30 hs “REVES” – “El Ejercicio”
Viernes 20 de Junio / 20:30 “REVES” – “La Muestra”
Sala “El Anden” ( 19 de Abril y Julio Delgado)
Lucila Rapetti – Marcelo Hernandez – Laurita Troncoso – Daniel Pavelesky – Luciana Mussetti
Imágenes: Maximiliano Moller
Gráfica: Ileana Mayer
“REVES”, el lado opuesto o no visible del hecho artístico
“REVES”, como “yacimiento arqueológico” que deja ver lo oculto
“REVES”, la muestra del error como parte inherente del proceso de creación.
“REVES”, el “interés sobre los reversos”, la posibilidad de “espiar” las partes que regularmente cuentan con “anclajes de seguridad” que los tienen ocultos, en un segundo plano.
“REVES”, como un mirar en silencio lo que no se detiene nunca y descubrir su otra cara.
La búsqueda, los nuevos encuentros dieron origen a “REVES”… inmerso en el territorio de la metáfora visual a través de la asociación de objetos e imágenes para expresar ideas a las cuales, quizás, resultaría difícil llegar de otro modo.
Lo que se oculta es más interesante que lo que se muestra. El hecho artístico debe crear una tensión para activarse en la mente del espectador, y la tensión se crea entre lo que el espectador conoce y desconoce. Resulta más interesante lo que el espectador cree que hay, que aquello que realmente se muestra.
“REVES” como un trampantojo de la realidad, es algo que juega a engañarte, a decirte que es muy real pero ni es real la lógica de cómo está construida, ni los materiales, ni como se representa, entonces… es algo que tiene apariencia de ser completamente real y completamente cierto pero en el fondo no es más que la representación de una idea que hay en la mente… como lo fueron las mentes de Horacio Quiroga y Edgar Alan Poe.
Quiroga y Poe, a través de sus creaciones inmersas en temáticas universales como la vida, la muerte, el amor y la locura, nos han dado una y mil vueltas a nuestro rostro, deformándolo, cubriéndolo y desnudándolo… la reivindicación de la máscara como elemento mágico y transformador… el símbolo…
“REVES”, el uso de lo simbólico… un símbolo es algo que tiene un significado, quiere decir que de alguna manera el símbolo parte de una convención, si antes no ha habido dos o tres personas que han decidido que eso simboliza o significa algo los demás no entendemos, siempre hay un código, lo curioso es que de alguna manera todos tenemos unos depósitos simbólicos culturales que los arrastramos por el puro hecho de mirar y de vivir en un entorno pero lo interesante es que ninguno lo interpretamos de la misma manera.
Yendo al encuentro con el hecho artístico y sus símbolos, cada persona que se encuentra con él no tiene la información completa sobre lo simbólico por lo tanto la comunicación va a tener una interferencia una contaminación que aporta el propio espectador y eso hace que se cree una tensión muy interesante que no es como leer una fórmula matemática.
«La mente ama lo desconocido. Le encantan las imágenes cuyo significado se desconoce, ya que el significado de la propia mente es desconocido».
René Magritte.
Cuando ves algo no lo estás viendo tú, lo están viendo los millones de seres que ha habido antes que vos y todos los millones de yoes que ha habido en tu propio yo. Y vos lo que recibes es la síntesis la recopilación de todo eso.
Lo verdaderamente interesante es que el que plantea esto no lo tenga claro, y el que lo recibe, tampoco acabe teniéndolo claro.
El que desconoce (el artista), plantea, y el otro recibe, reinterpreta y vuelve a plantearse preguntas. El juego interesante es cuando ninguna de las partes conoce.
El juego es: Yo te muestro esto y vos recibes lo que recibes.
Lo que tiene sentido de todo esto es que no lo tiene.
En “REVES”, todo esto puesto en palabras es un sinsentido teniendo en cuenta que la experiencia es intrasladable. Es como poner la mariposa en la caja, ya no va a volar, es una experiencia vacía que nada tiene que ver tiene con la mariposa.
En el momento que lo tenes claro estas en el campo de lo científico; cuando salís del lugar de la experiencia y decís yo no he entendido nada ahí es donde está realmente la experiencia.
Zambullirte en la experiencia te está dando la oportunidad de experimentar algo que es experiencia pura.
“REVES” es experiencia.
Desde “REVES”, contemplamos la idea de que la temporalidad de lo bello es muy distinta de la del «desfile cinematográfico” de las cosas que en esta época prisas y de presentes puntuales no tiene ningún acceso a lo bello o lo verdadero. “REVES”, entonces, es una invitación a detenerse y contemplar para que en ese recogimiento estético, las cosas revelen su belleza y su esencia aromática.
Esa esencia se compone de sedimentos temporales que fosforecen, por eso, en “REVES”, la mirada del planteo va por otros lugares, por otras atmosferas.