Desde que inicié mi actividad política, siempre fue fundamental para mi entender el legado que estaba reivindicando.
Como Colorado, ese legado es de una magnitud política y ética enormes, mi Partido es una parte insoslayable de la historia de nuestro país, responsable por políticas que han definido nuestra identidad nacional.
Soy plenamente consciente del valor de ese legado y la enorme responsabilidad que conlleva honrarlo, con la palabra, la conducta y la acción.
Esos grandes hombres y mujeres, que tanto han tenido el honor de presidir la República como de militar por el Partido en los barrios, inspiraron e inspiran mi militancia y a ellos debo el ejemplo que ha marcado mi camino y forjado mi carácter.
Siempre es importante recordar de donde venimos, porque nuestras acciones deben estar a la altura de esa historia.
Por esto me sorprende ingratamente que un Senador de la República se exprese en redes sociales de forma soez e impropia.
Más ingrata y displicente es esta sorpresa, tratándose de un Senador de mi Partido.
Haría bien el Senador en recordar a quienes lo precedieron en ese cargo, el legado que debería honrar y ponerse a la altura.
Mi militancia no es y nunca será contra ninguna persona, mucho menos contra otro Colorado, por muchas diferencias qué tenga.
Mi lucha es contra la mala política, contra la desidia en la gestión, por las soluciones que la gente necesita.
Esto no se trata de quién le gana a quién, esa mentalidad empequeñece un Partido grande en historia y futuro, un Partido al que no alcanza con quererlo, hay que cuidarlo.
El Partido nos necesita a todos y necesita lo mejor de nosotros, sobre todo de quienes ostentan cargos a los que se accede por el voto popular, lo cual redobla la responsabilidad.
La ciudadanía se ha pronunciado de forma contundente contra estas prácticas y actitudes, que le restan valor a la política.
Ni traidores, ni malagradecidos: ciudadanos libres en el justo ejercicio de sus derechos democráticos, valor primordial y fundacional del Partido Colorado.
En todo caso, vale más la autocrítica de preguntarse ¿por qué se van? antes que la uní soberbia del insulto.
Vamos por el Salto que todos nos merecemos, no vamos a distraernos, vamos a trabajar.
Dr. Horacio de Brum, candidato a diputado, Lista 1, Partido Colorado.
