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1984: Los nueve «comandantes»

 

 

 

De las brumas del ayer, desafiando al vanidoso tiempo, muevo los desvencijados muebles del recuerdo, y entre las polvorientas imágenes  difusas, una hoja amarillenta, con un escrito breve.

“Los nueves comandantes pasaron por aquí”.

 

Y me veo en esa noche del año 1984, al pie  de la escalera del club Salto Uruguay. Yo portero improvisado, a pedido de los organizadores locales del clasificatorio para “El Tercer Festival de La Paz”, en Canelones, Gilberto, El Pico, y María Laura. Estaba feliz recibiendo las entradas, agradeciendo la presencia e invitándolos para ir al segundo piso donde estaba el amplio salón y el escenario.

Y si bien en noviembre de ese año se iban a realizar las elecciones nacionales, en ese final de invierno, todavía estábamos en dictadura, con los riesgos del caso si alguien se pasaba de la raya. Mi hermano Enrique al llegar me dijo, “al final nos tomamos una con nuestro pollo”, “dale”, le respondí, y seguí recibiendo entradas.

“Nuestro pollo” era Ruben Milan que participaba con una canción escrita por Enrique y otra por mi. Al Ruben lo acompañaba en percusión Jorge Morague.

Cuando subió el Ruben supe desde las escaleras que tenía la hinchada más grande de la noche. No clasificó, aunque sus  canciones gustaron, y las cantó muchas veces con el tiempo, pero esa noche el Ruben estaba muy nervioso, le erraba en los tonos, desafinaba, cantó y tocó muy apurado.

Fue en esos momentos en que irrumpieron “los nueve comandantes”, con sus gorras negras, caladas, la estrella al frente, ropas oscuras, y ruidosos en su andar.

El que venía al frente, de muletas, era un conocido locutor de radio, quien me dijo: “Somos los nueve comandantes y vamos a subir para ser parte de esta fiesta”. Yo lo miré, miré hacia arriba, y me hicieron seña que los dejara pasar. “Soy Germán, alías  el comandante Fierro, muchas gracias, compañero”, me dijo y subió. El alías le venía porque era paralítico y tenía un cobertor de  hierro cubriendo de la cintura ´para abajo, ambas piernas. “Soy el Monillo, comandante, Onda”, ”soy  David, el comandante torcido”, “soy Roque, el comandante Historia”, “Soy flacus, el comandante foto”, a los otros cuatro no les entendí en su momento, y  no me acuerdo sus alias, pero, en total eran nueve, y subieron, como si nada, a todo bochinche.

“Éramos poco y parió la abuela”, dijo uno en la escalera, y otro mientras me daba la entrada, dijo; “parece que empezó la revolución”.

En esos momentos recordé un espectáculo de poco tiempo atrás, en el club Ferro Carril, Carlos Cresci, (el Gaucho Solo), y Los Zucará.

En la presentación de un tema por parte de Julio Víctor González (El Zucará) dijo que era del Maestro Ruben Lena, allí Germán, el comandante Fierro del que estábamos hablando líneas arriba gritó con su impresionantes voz, “el único Maestro es el Che Guevara”. Todo el mundo empezó a mirar para la puerta, por si entraba la cana. Fue el comienzo de una serie de interrupciones con dichos revolucionarios, y prohibidos en esos momentos.

Volviendo a la noche de Salto Uruguay, los nueve comandantes se hicieron ver, aplaudieron, gritaron, tomaron, pero no molestaron a nadie, hicieron la noche a su manera, y se quedaron hasta el final.

Los nueves comandantes  tiempo después instalaron un local de venta de artículos de pesca,  en la calle Bilbao, frente a la Escuela N°2 “Etelvina Migliaro”, luego lo transformaron en un bodegón, tipo El Mojito del Medio, y finalmente, fundaron el Comité de Base “Wassen Alaniz” .En una de las elecciones siguientes, de los comité de base, los nueve comandantes dieron como lugar de residencia, el local de la calle Bilbao, y con el apoyo de un grupo de amigos y familiares, conquistaron la presidencia del Comité de base de la Zona Este, qué tal?.

Fin por hoy de esta historia pintoresca, sin dudas, que muchos luego de la lectura algo recordarán, capaz hasta me pasan el nombre de los otros comandantes y sus alías, que ahora no recuerdo.

Como dato del festival, podemos decir que los clasificados esa noche fueron, como solistas: Alberto Galvalissi  (con una canción de mi primo Carlos Díaz Cattani) y Fermín Martínez. Clasificaron tres dúos: Dúo Oriental (Lidio Darío Figueroa y Ramón Sosa), Dúo Renacer (Juan Carlos Enmennegger y Helmer Pranthl) y el dúo Rapetti- Méndez (Julio Rapetti y Lina Méndez), este último dúo fue el ganador del certamen en la categoría en el Festival de la Paz, en el Club Oriental de La Paz, Canelones con la canción de Julio Rapetti “Aunque tu ya no vuelvas”, considerada la mejor canción del Festival..

CARLOS MARÍA CATTANI

CAMACA

 

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